La Pastilla Rosa  ¿Viagra Femenina? (2ª Parte)

¿Qué podemos hacer frente a la falta de deseo sexual?

Primero yo os recomendaría que revisaseis y analizaseis qué puede estar ocurriendo para que no os aparezca el deseo antes que ir a la farmacia a comprar el fármaco.

Vale me habéis convencido es más fácil y mucho más rápido ir a la farmacia que ponerte a analizar y probablemente buscar a un sexológo/a para que te guie en esa búsqueda sino sabes muy bien por dónde empezar.

Os entiendo pero como una vez me decía una buena amiga, el camino fácil no siempre es el que te hace más feliz. Acudir a un profesional implica trabajar y seguramente te cueste un poco más económicamente pero será algo inocuo para vuestro organismo de modo que te ahorras unos cuantos efectos secundarios.

¿Cuál es el mensaje oculto que esconde Addyi?                            

Porque claro habrás oído que es la VIAGRA FEMENINA con la promesa de convertirte en esa mujer que te apetecerá tener relaciones sexuales, volver a sentirte sexy y deseante y que por lo tanto, recuperarás tu vida sexual de pareja o en caso de solteras podréis salir con el convencimiento de saber que vais a ir motivada a conocer chicos u hombres. Cuidado con eso de los deseos…que se pueden cumplir, a las niñas, chicas y mujeres se nos ha educado para ser deseables no deseantes. Lo que nos mola es vernos o encontrarnos atractivas, despertar el deseo de los hombres, que nos miren e incluso a veces que nos admiren.

¿Las mujeres desean menos que los hombres?

Conozcamos bien de dónde venimos, creo que es importante tener este hecho en cuenta para comprender por qué deseamos menos si es que eso ocurre que lo dudo, pero en el caso de que nos haya influenciado considerablemente que nos sirva para no fustigarnos, para no sentirnos mal si no nos apetece tener relaciones sexuales todos los días, ni cada semana y que existen muchas formas de desear.

Yo creo que esa es la clave, esa es la reflexión que considero interesante que nos hagamos antes de sentirnos tentadas o tentados de ir a la farmacia a por alguna pastilla que haga el trabajo por nosotras y nosotros. A lo mejor no deseo lo que se supone que tengo que desear pero…y ¿si deseo otras cosas?.

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Seguramente escarbando salen millones bueno a lo mejor no tantos decenas de deseos, el problema es que no los consideramos lo que la gente entiende por sexo, es decir, coitos o cualquier cosa que tenga que ver con los genitales. Si no hay un coito, genitales y a lo sumo orgasmos de por medio, eso no es sexo, eso no es una relación sexual.

Pongamos en valor todos los deseos, por una sencilla razón, por ser nuestros deseos. Son míos…mi tesoro…y mientras no hagan daño a nadie y respeten la libertad de los demás, ¿quién eres tú para juzgarlos? Quizás no me estéis entendiendo a qué me refiero, os pongo un ejemplo. Imaginar que Llegáis a casa tarde del trabajo y que no habéis visto a vuestra pareja en todo el día, después de cenar veis que se acerca cariñosamente y…y pensáis puff que pereza ¿tenemos que tener un coito?¿es necesario?

Si os paráis a pensar, hacéis introspección y tachán!!! Si que os aparece un deseo, en realidad no queréis decirle que no, no queréis teneros que dar media vuelta en la cama, ni tampoco sentir que lo o la rechazáis sino que simplemente os apetecen otros planes.

Pensáis “Podemos coger la crema quitarnos las camisetas y darnos un masaje mientras me cuentas qué tal has pasado el día y después fresquitos nos tumbamos en el sofá el uno/a contra el otro/a sin la parte de arriba para que nos absorba bien la piel la crema y para sentirme cerca de ti”.

Levantar la mano quienes os haya pasado alguna vez sino esta misma situación alguna parecida. Exactamente algunos o algunas (puede ser más algunas que algunos) os suena bastante bien esas situaciones y algunos y algunas otras os suena muy de lejos este hecho, es decir, no os sentís identificados para nada.

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Y es que en eso consiste la sexualidad, en la diversidad, el problema radica cuando nos empeñamos en estandarizar todo y creernos que estamos en condiciones de establecer criterios de cómo deben ser las relaciones sexuales. Y ahí, cuando desde fuera te bombardean constantemente sobre con quién, cómo y cuántas veces tienes que tener relaciones sexuales para ser “normal” es cuando viene el lio.

Os cuento un pequeño secreto, cuando alguien se empeña tanto en hacerte creer algo será por algún motivo ¿no? Y es que resulta que si el sentirte mal o pensar que estás enfermo, te sales de la norma y/o te pasa algo malo eso hace que te gastes el dinero….ah amigo o amiga ahí damos con la clave. El dichoso dinero ya hemos visto que al parecer hay intereses económicos e incluso políticos. Dos fuerzas muy poderosas con las que cuesta ir a contra corriente.

Si las personas cambian con el paso del tiempo…los deseos, también.

Otro aspecto que me parece importante y que va de lleno a la piedra angular es que el deseo o los deseos cambian. Como cambiamos nosotros y nosotras.

Puede que durante un tiempo me gustaran, me sintiera atraída/o o incluso me motivaran unas cosas y que pasado el tiempo ya no lo hagan y me gusten otras distintas. En la sexualidad también vale el reciclaje, lo de renovarse o morir es una máxima nos puede servir para cualquier faceta.

Con todo esto, hay material para reflexionar y sobre todo para ver que nos resuena más como no puede ser de otra forma hagamos uso de nuestra libertad y propio criterio para escoger el camino que más nos guste. Las vitrinas ya se preparan para acoger Addyi ahora la pelota está en nuestro tejado ¿lo compraremos?

Rocío Jiménez
Sexóloga Centro Joven de Atención a la Sexualidad de Albacete
Asociación Asexórate

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